Es
importante tener en cuenta en primer lugar que la revisión constituye una
instancia de aprendizaje y es fundamental para dar la posibilidad al escritor
en formación de que revise sus producciones y las reescriba hasta obtener un
producto satisfactorio. La revisión incluye dos operaciones: la evaluación y la
corrección.
Dada
la complejidad y cantidad de aspectos a tener en cuenta en la evaluación de la
escritura, es conveniente focalizar en cada uno por etapas:
1. Primera
etapa. Evaluación global (coherencia):
en esta instancia de evaluación se corrigen y solucionan problemas de
coherencia global. En este momento, la primera cuestión a revisar es si la
producción escrita responde o no a la consigna o, en este caso, si el texto se
ajusta a las características del género pedido. En el caso del relato de terror
se retomarán cuestiones relacionadas con las características del mismo (la
creación de atmósferas de suspenso, la gradualidad de los efectos que generan el mismo, la “presencia” del
elemento que causa terror). En esta etapa se analiza todo aquello que se
vincula con las características de la narrativa en general y de la narrativa de
terror en particular. Para ello se puede seguir la siguiente guía de preguntas:
¿las acciones se encadenan siguiendo un orden cronológico y una relación
causal?, ¿se saltean núcleos centrales?,
¿se plantean líneas narrativas que luego no se retoman en el texto?, ¿quedan
cuestiones sin resolver?, ¿hay alteraciones en el relato?, si las hay ¿éstas
son funcionales al relato?, ¿producen algún efecto de sentido?, ¿generan
intrigan, suspenso sorpresa?, ¿los hechos que se narran hacen avanzar el
relato?, ¿se entiende cuál es la situación que debe resolverse, el conflicto y
cómo se resuelve?, ¿se presentan los personajes, el lugar y la época en la que
ocurren los hechos?. Es importante, asimismo, retomar los elementos propios del género ¿se
logra generar a través de la descripción la “atmósfera” propia de estos
relatos?, si no es así, ver en qué momentos se pueden incluir estas
expansiones, ¿se logra la descripción del elemento que genera terror o es
necesario trabajar más en esto?. La respuesta negativa a alguno de estos
interrogantes implicará reescribir segmentos del cuento o del cuento entero. Por eso no es
operativo, en este nivel, ocuparse de problemas como la cohesión o la
normativa.
2. Segunda
etapa. Cohesión gramatical:
una vez que se ha revisado la organización de una secuencia de hechos coherente
e interesante, la atención deberá recaer sobre los aspectos que hacen a la
cohesión: ¿hay repeticiones innecesarias de términos?, ¿los pronombres
utilizados remiten claramente a un antecente?, ¿se respeta la correlación
verbal propia de la narración?, ¿se detectan problemas de concordancia?, ¿se
presentan oraciones inconclusas o interrumpidas?, ¿se establecen las relaciones
entre oraciones y párrafos fundamentales para lograr la cohesión del texto?
3. Tercera
etapa. Revisión final.
Normativa: las cuestiones
relacionadas con la corrección normativa se realizan al final. Es decir, antes
de pasar en limpio el texto. En este momento es cuando el escritor se ocupa de fenómenos de ortografía y se
realiza la evaluación final de la puntuación. Es importante aclarar que las
cuestiones globales relacionadas con la puntuación se ponen en juego desde el
primer momento de revisión ya que es un elemento importante para la coherencia
y cohesión textual. En la última etapa, se trabaja sobre cuestiones más
específicas: por ejemplo, uso de comas, uso de raya de diálogo si es necesario,
uso de comillas, etc.
Sugerencias en relación
con la corrección
Para
lograr que el alumno aprenda a controlar su escritura en forma autónoma, es
conveniente, más que corregir el
problema ortográfico, señalarlo (por ejemplo, mediante un subrayado debajo de
la palabra problemática). De este modo, se insta al escritor en formación a
releer y revisar su escritura haciendo hincapié en problemas determinados. Así,
por ejemplo, si se quiere corregir un problema de referencia pronominal o
alguna cuestión léxica, el docente podrá utilizar un “código de corrección”
(conocido por el alumno) que le permita al escritor en formación resolver el
problema por su propia cuenta..
Código de corrección
a. Ortografía: subrayar la palabra que presenta el
error.
b. Puntuación: colocar guión bajo en el signo inadecuado
o ausente y necesario.
c. Repeticiones: trazar un círculo alrededor de las
palabras que se repiten innecesariamente.
d. Referencias
pronominales: trazar
un círculo y una flecha que indiquen el antecedente.
e. Tiempos
verbales: marcar con
una cruz las formas inadecuadas.
f. Conectores: recuadrar los conectores incorrectos.
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